
Hasta el momento la iglesia católica no se pronuncia sobre la confesión del cura jesuita «pica» y las 85 violaciones de niños y jóvenes de Bolivia, causa extrañeza que el ministerio publico aun no haya dado a conocer si se inicio o no una investigación luego de que desde España se denuncio sobre estas atrocidades realizadas por el fallecido sacerdote Alfonso Pedrajas.
Lo que corresponde según normativa es que de oficio la justicia Boliviana y el gobierno nacional tomen acciones ante un violador en serie que si bien esta ya fallecido existe complicidad por parte de quienes a sabiendas no denunciaron el hecho ante las autoridades competentes.