
Grovert Carrillo es el único jugador acusado de momento, de supuesto amaño de partido en el fútbol boliviano. A pesar que el defensor del club Gran Mamoré admitió que le pidieron que haga un penal entre el minuto 80 a 90 cuando enfrente a Bolívar, pero remarcó que jamás respondió a la propuesta. “Yo fui el que envío los audios. No lo hice antes por miedo a entregar a personas equivocadas. Yo nunca acepté ese tipo de propuestas. Espero que se realicen las investigaciones. Quien me envió los audios fue Efraín Cuello”, dijo Carrillo.