
Durante años, muchas personas han visto la influencia en redes como una especie de búsqueda autoindulgente mayormente para mujeres jóvenes, y los creadores de contenido han sido tildados de vacíos e incluso de estafadores. Ahora, la creación de contenidos puede ser una carrera lucrativa y las empresas dependen de personas con un gran número de seguidores en las redes sociales para impulsar sus productos y servicios.